CANINSULIN 10 x 2,5 ml (viales) de MSD Animal Health
CANINSULIN 10 x 2,5 ml (viales)
MSD Animal Health

CANINSULIN 10 x 2,5 ml (viales)

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COMPOSICIÓN POR ml:
Sustancia activa: Insulina porcina 40,00 UI (insulina de origen porcino que se presenta como una mezcla del 65 % de insulina-zinc en forma cristalina y del 35 % en forma amorfa).
Excipientes: Parahidroxibenzoato de metilo (E 218) 1,00 mg, otros excipientes c.s.

INTERACCIONES E INCOMPATIBILIDADES
La administración de sustancias que alteran la tolerancia a la glucosa, tales como corticoesteroides, diuréticos tiazídicos, progestágenos y agonistas a2 tales como medetomidina, dexamedetomidina, xilacina y amitraz, puede dar lugar a cambios en las necesidades de insulina. Debe utilizarse la monitorización de las concentraciones de glucosa en sangre para ajustar la dosis convenientemente.

Debe evitarse el uso de progestágenos en animales que padecen diabetes mellitus y debe tenerse en cuenta la ovariohisterectomía.
De forma similar, cambios en la dieta o en el ejercicio pueden alterar los requerimientos de insulina.
En ausencia de estudios de compatibilidad, este medicamento veterinario no debe mezclarse con otros medicamentos veterinarios, en particular con ninguna preparación a base de insulina.

INDICACIONES
Perros y Gatos: Diabetes mellitus (deficiencia absoluta o relativa de insulina), para reducir la hiperglucemia y los síntomas clínicos asociados a la misma mediante un ajuste individual de la dosis del medicamento.

CONTRAINDICACIONES
El medicamento no debe ser administrado por vía intravenosa.
El medicamento contiene una insulina de origen porcino con una acción de duración media y no está indicado para el tratamiento inicial de animales con diabetes mellitus aguda grave que se presenten en un estado cetoacidótico.
No usar en animales con antecedentes de hipersensibilidad a productos de origen porcino y/o a alguno de los excipientes.

REACCIONES ADVERSAS
En raras ocasiones (más de 1 pero menos de 10 animales de cada 10000) se han observado alteraciones de los niveles de glucosa en sangre, habiéndose manifestado en signos sistémicos tales como poliuria-polidipsia, letargia, debilidad y anorexia, desórdenes neurológicos tales como temblor muscular, convulsiones y ataxia, y alteraciones del comportamiento.

También se han observado reacciones de hipersensibilidad locales, en el punto de inyección, y generales y alteraciones gastrointestinales tales como vómitos y diarrea.

En caso de aparecer estos síntomas, se recomienda seguir las precauciones establecidas para su utilización y, de ser necesario, instaurar un tratamiento sintomático.

VÍA DE ADMINISTRACIÓN
Subcutánea.

POSOLOGÍA
Perros y Gatos: Caninsulin debe administrarse una o dos veces al día, como sea más apropiado, mediante inyección subcutánea. Alternar el lugar de inyección diariamente. Agite el vial enérgicamente hasta obtener una suspensión homogénea de aspecto lechoso. Debe permitirse que la espuma de la superficie formada durante la agitación se disperse antes de utilizar el producto y, si es necesario, el producto debe mezclarse suavemente para mantener la suspensión homogénea, de aspecto lechoso uniforme antes de su uso. Pueden formarse aglomerados en las suspensiones de insulina: No utilizar el producto si tras agitar enérgicamente persisten aglomerados visibles.
Para el vial, el medicamento debe administrarse con jeringas estériles específicas de un solo uso de 40 UI.
El cartucho está diseñado para ser utilizado con el dispositivo dosificador VetPen. VetPen se acompaña de un prospecto con instrucciones detalladas que se deben seguir para su utilización.
Una inyección al día es suficiente para reducir la concentración de glucosa en sangre en la mayoría de los perros diabéticos. Sin embargo, la duración de la acción puede variar haciendo necesario administrar la dosis de insulina dos veces al día en algunos perros diabéticos.
En gatos diabéticos es necesario administrar Caninsulin dos veces al día.
La dosis depende del grado de deficiencia en la producción de insulina por el propio animal y es, por tanto, diferente en cada caso.
Fase de estabilización:
Perro: La terapia de insulina se inicia con la dosis de partida de 0,5-1 UI/kg de peso una vez al día redondeando por lo bajo hasta el número entero de unidades más bajo. Con el objetivo de reducir el riesgo de hipoglucemia, se recomienda administrar la dosis más baja dentro del intervalo de dosis inicial.
Posteriormente, debe hacerse el ajuste para establecer la dosis de mantenimiento, aumentando o disminuyendo la dosis diaria aproximadamente un 10 % según la evolución de los signos clínicos de la diabetes y los resultados de las determinaciones seriadas de glucosa en sangre. Las modificaciones de las dosis normalmente no deben hacerse con una frecuencia superior a entre 3 y 7 días.
En algunos perros la duración de la acción de la insulina puede requerir que el tratamiento se administre dos veces al día. En tales casos, la dosis por inyección debe reducirse en un 25 % de forma que la dosis diaria total sea inferior al doble. Por ejemplo, para un perro de 10 kg que recibe 5 UI una vez al día, la nueva dosis (redondeada por lo bajo a la unidad entera más baja) sería 3 UI por inyección inicialmente. Las dos dosis diarias deben ser administradas con un intervalo de 12 horas. Los ajustes posteriores de dosis deben hacerse progresivamente tal y como se ha indicado antes.
Para alcanzar un equilibrio entre la generación de glucosa y el efecto del medicamento, la alimentación debe sincronizarse con el tratamiento, y la ración diaria debe dividirse en dos comidas iguales. La composición y la cantidad de la ingesta diaria de alimento deben ser constantes. En perros tratados una vez al día, la segunda comida se hace habitualmente en el momento de máximo efecto de la insulina (aproximadamente 7,5 horas después). En perros tratados dos veces al día, la comida coincide con la administración del medicamento.
Cada comida debe hacerse todos los días a la misma hora.
Gato: La dosis de partida es de 1 o 2 UI por inyección según la línea base de la concentración de glucosa en sangre, como se presenta en la siguiente tabla. Los gatos precisan dos administraciones al día.

Concentración de glucosa en sangre Dosis de partida por gato
<20 mmol/l o <3,6 g/l (<360 mg/dl) 1 UI dos veces al día
=20 mmol/l o =3,6 g/l (=360 mg/dl) 2 UI dos veces al día

La dosis inicial no debe ser superior a 2 UI por inyección. Posteriormente, debe hacerse el ajuste para establecer la dosis de mantenimiento, aumentando o disminuyendo la dosis diaria según la evolución de los resultados de las determinaciones seriadas de glucosa en sangre. Las modificaciones de las dosis normalmente no deben hacerse con una frecuencia superior a una semana. Se recomiendan aumentos de 1 UI por inyección. Idealmente, no deberían administrarse más de 2 UI por inyección en las primeras 3 semanas de tratamiento. Debido a la variación día a día de la respuesta de glucosa en sangre y las variaciones de la receptividad a la insulina que se van viendo con el tiempo, no se recomiendan incrementos de la dosis mayores o más frecuentes.
La composición y la cantidad de la ingesta diaria de alimento deben ser constantes.

Fase de mantenimiento:

Perros y Gatos:
Una vez que se ha alcanzado la dosis de mantenimiento y el animal está estabilizado, es necesario establecer un programa de tratamiento a largo plazo. El objetivo debe ser tratar al animal de forma que se minimicen las variaciones en sus requerimientos de insulina. Esto incluye la monitorización clínica para detectar sub- o sobredosificaciones de insulina y ajustar la dosis si fuera necesario. La estabilización y la monitorización meticulosa ayudarán a limitar los problemas crónicos asociados a la diabetes, incluyendo cataratas (perros), hígado graso (perros y gatos), etc.
Deben realizarse exámenes de seguimiento por el veterinario cada 2-4 meses (o más a menudo si hay problemas) para monitorizar la salud del animal, las anotaciones de los propietarios y los parámetros bioquímicos (como glucosa en sangre y/o concentración de fructosamina). Los ajustes en la dosis de insulina deben realizarse por el veterinario en base a la interpretación de los signos clínicos apoyados por los resultados de laboratorio.
El efecto Somogyi, también llamado hiperglucemia de rebote, es una respuesta a una sobredosis de insulina suficiente para provocar una, potencialmente fatal, hipoglucemia. A medida que la hipoglucemia comienza a desarrollarse, se desencadena una respuesta hormonal que da como resultado la liberación de glucosa de las reservas de glucógeno hepático. Esto produce una hiperglucemia de rebote que puede también manifestarse como glucosuria durante una parte del ciclo de 24 horas. Existe el peligro de que el efecto Somogyi se interprete como una necesidad de aumentar la dosis de insulina en vez de disminuirla. Esto puede evitarse basando la decisión en determinaciones seriadas de glucosa en sangre en vez de determinaciones en un solo punto.
La capacidad de los propietarios para reconocer los síntomas de hipo- o hiperglucemia y responder adecuadamente es muy importante.

PRECAUCIONES ESPECIALES
Debido a la variación día a día de la respuesta de glucosa en sangre y las variaciones de la receptividad a la insulina que se van viendo con el tiempo, los propietarios de los animales deben ser instruidos para reconocer los síntomas de hipo- o hiperglucemia e informar, en su caso, a su veterinario sobre cualquier posible efecto inusual detectado, incluyendo aquellos relacionados con la eficacia del medicamento.
Evitar el estrés y el ejercicio excesivo e irregular. Asimismo, el uso de corticoesteroides debe realizarse con precaución.
Debe evitarse el uso de progestágenos (inhibidores del estro) en pacientes que sufren diabetes mellitus. En perras enteras, debe contemplarse la ovariohisterectomía como opción.
Es importante establecer un esquema estricto de alimentación que incluya las mínimas fluctuaciones y cambios posibles.
Después de establecer la dosis de mantenimiento, deben comprobarse de forma periódica los niveles de glucosa en sangre y orina.
Antes de administrar este medicamento, debe recomendarse a los propietarios tener en casa una caja de glucosa en polvo. Los síntomas clínicos de hambre, aumento de la ansiedad, caminar inestable, convulsiones musculares, tropezones o flexión de los cuartos traseros y desorientación del animal, indican hipoglucemia y requieren la inmediata administración de solución glucosada y/o alimento para restablecer las concentraciones normales de glucosa en sangre.
El medicamento debe ser administrado con jeringas estériles específicas de un solo uso de 40 UI (vial) o con VetPen (cartucho).
La autoinyección accidental puede provocar síntomas clínicos de hipoglucemia que deben ser tratados con la administración oral de glucosa. La autoinyección accidental puede provocar reacciones de hipersensibilidad (alergia).
Las personas diabéticas insulina-dependientes deben extremar las precauciones al administrar el medicamento veterinario.
En caso de autoinyección accidental, consulte con un médico inmediatamente y muéstrele el prospecto o la etiqueta.

Uso durante la gestación o la lactancia:

Su uso no está contraindicado durante los periodos de gestación y lactancia, pero requiere una estrecha supervisión veterinaria para detectar los cambios en los requerimientos metabólicos durante los mismos.
Prescripción Médica
SI
Producto en frío
Principios activos
INSULINA ZINC SUSPENSION AMORFA PORCINA MC
INSULINA ZINC SUSPENSION CRISTALINA PORCINA MC

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